Es muy común ver a muchas personas escuchar música mientras practican deportes, principalmente los ejercicios que necesitan ciertas rutinas como carreras, caminatas, spinning, entre otros.
La modalidad de llevar música directo o a los oídos a través de audífonos es un concepto que tiene muchos años en uso, por lo que no representa un riesgo, sino más bien un complemento para que las rutinas que se ejercitan resulten ser mucho más cómodas, relajantes y placenteras.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta un aspecto importante que sí puede ser perjudicial, y este es el volumen con el que se escucha la música.
Nuestros oídos tienen niveles límites de las frecuencias que reciben, por lo que subir más de lo indicado el volumen, puede resultar dañino para la salud auditiva.
Enfermedades como el vértigo, los tinnitus y la hipoacusia, pueden tener un origen del alto volumen de los audífonos, sin embargo, como todo en la vida, hay que moderar y no llegar a los límites.
Las mejores recomendaciones para usar audífonos mientras se hacen ejercicios.
La primera recomendación es que antes de utilizar audífonos, podamos conocer nuestras capacidades auditivas, esto con el fin de determinar si no tenemos algún tipo de padecimiento, que se puede acrecentar con el uso de audífonos.
El sonido tiene una medida estándar cuando se escucha con audífonos. La mayoría de los móviles, al momento de colocarle los audífonos, advierten a través de un mensaje que el volumen se va a incrementar más de lo establecido por las reglas de salud, por lo que es importante seguir la recomendación, y dejar el volumen a la medida ideal.
El tiempo de uso. Los expertos en salud auditiva recomiendan que así como se usan los audífonos en un promedio de 45 minutos, también se tomen 15 para descansar de ellos.
Evitar el uso de audífonos dentro de ambientes muy ruidosos. Muchas veces algunas personas se colocan los audífonos para intentar nivelar el ruido que escuchan en ambientes donde hay mucho ruido, sin embargo, aunque parezca paradójico, esto funciona al revés, ya que cuando se colocan aparatos en los oídos para evitar el ambiente externó, el volumen tiende a aumentar, lo que podría resultar en una frecuencia muy alta que podría ser perjudicial.
Los oídos reciben directamente algunas sustancias como el sudor o la cera auditiva. Es importante, para evitar que bacterias puedan instalarse en los dispositivos, realizarles un mantenimiento y limpieza cada cierto tiempo, esto además contribuye a que la vida útil de los audífonos sea mucho más larga.
Realizar audiometrías periódicamente. Independientemente, sí se usa o no audífonos, la recomendación de realizar exámenes auditivos cuando se hacen las revisiones anuales, es también muy funcional, ya que esto de alguna manera nos ayuda a prevenir la aparición de algún tipo de malestar auditivo y aplicar los tratamientos correctivos.
Ante alguna situación que se relacione con los oídos, bien sea por sonidos extraños, pitidos, sensación de escuchar más por un solo lado, alguna cera en exceso que lo pueda tapar, infecciones, entradas de insectos, dolores, o algún tipo de secreción, es importante acudir al médico de inmediato, y tratar en lo posible de no introducir objetos extraños, o de limpieza como el caso de los hisopos, que en definitiva contribuyen a que las afecciones del oído sea mayores.
Limpiar el oído es fundamental, pero esto se hace por la zona externa sin llegar a introducir nada por la cavidad auditiva, ya que esto también ha sido el causante de muchas afectaciones auditivas.